Estúpida especie
Estúpida especie, te amo,
aunque en estos días de caos por momentos me parezca inevitable tu autodestrucción,
me de ansiedad tu destino,
me parece inevitable que te des un tiro en el corazón sin escuchar razones,
tus pequeñas partes repitiendo a escala tu gran suicidio, tristes, solos, hipnotizados, apáticos.
Pensando como robar, cómo poseer más, como permanecer,
a escala el disparo es lento pero inevitable,
las repeticiones son veloces en nuestra escala y entonces lo notamos, pequeños humanos,
disparando a su propio corazón con la bala del egoísmo.
Estúpida especie, te amo, pero no se me ocurre una manera eficaz de salvarnos,
me parece que la bala ha sido disparada y es irreversible,
solo podría ser desviada por un ser superior,
sin embargo algo dentro de mi me exige aceptar que este ser no existe,
que solo puede ser materializado con nuestra plena voluntad,
desde esta perspectiva nuestro destino es ser ambos víctimas y salvadores de nosotros mismos,
constantemente me encuentro cayendo en paradojas.
Entiendo que necesitamos más tiempo del tiempo con que contamos para realizar tal hazaña.
Pero tengo algo en mi a lo que mis padres llaman esperanza,
que me mantiene en una ensoñación de un futuro utópico y paradisíaco,
en donde una paradoja aún más grande se vuelve posible,
la paradoja es que todo lo que afirme anteriormente sea verdadero y false al mismo tiempo,
esta falsedad de la afirmación radica en que no seamos solo nosotros poseedores del poder de salvación sino que también este ser superior que podría salvarnos exista de manera independiente,
que no sea solo una creación de nuestra necesidad de creer que aún podríamos sobrevivir a nuestros propios pecados.
Lo se, es un discurso raro, pero asi me siento,
la reflexión a falta de pruebas fehacientes escapa de todo mi filtro lógico y queda en el reino de las posibilidades, mientras me aferro al amor y a la esperanza que siento por nuestros ojos inocentes y salvajes.
Y ya que el amor sobrepasa cualquier entendimiento, estúpida especie suicida, te amo.